martes, 17 de febrero de 2009

Geniolito, un Juglar Mbya


"Aprendí a tocar de oído y con violín prestado”- cuenta Geniolito- mientras sonríe meciendo la cabeza. Nació en una aldea de Cuñá Pirú (en Guar.:Mujer Flaca) , de la ruta 7, centro de la Misiones, en el año 1950. Desde los 25 años comenzó a compartir su talento musical con los Juruá (Text.: “los boca peluda”, “cara con pelo, barbados”) y fue convirtiéndose en un reconocido músico popular de nuestra provincia. Con su violín a cuestas, solo o con músicos que lo acompañan, con o sin contrato para actuar en los escenarios centrales de los festivales, Geniolito se las ingenia para estar presente en cada festival.

Como el juglar callejero que es, en una plaza o en una calle transitada, pela su instrumento y se oyen conocidas canciones de nuestro repertorio regional: galopas, chamamés, polcas, chotis, etc. El público se detiene asombrado, aplaude fervientemente y pide bises:
- ¡Acheite, falta acheite! – grita Geniolito mientras su violín emite un perfecto sapukái. La gente responde al instante colaborando con las monedas que tiene.
- “Yo no tengo precio, lo que quieran poner está bien”- comenta con una profunda y verdadera humildad.
Con el dinero que obtiene del trabajo de músico, mantiene a su numerosa familia, integrada por tres esposas y cinco hijos. Actualmente viven en la aldea Yvy Poty (flor de la tierra) de San Ignacio.- “Mis hijas tocan la música Mbya de los niños. En una radio de Aristóbulo grabaron algunas canciones”- contesta cuando le preguntamos si toca música Mbya. Al pedido que toque alguna de las melodías del repertorio Mbya cambia la afinación de su violín y como es obvio utiliza únicamente tres cuerdas.
Ante la curiosidad de su público que pregunta porqué razón se lo conoce con el nombre de una aspirina, cuenta que cierta vez no tenía ganas de trabajar por un supuesto dolor de cabeza. Entonces su patrón, Don Ignacio Vogel (el mismo que le regaló su primer violín), le suministró un Geniol. Después, al llegar el momento de controlar lo que cada paisano cosechó, Don Ignacio dijo en tono de chiste: -“vamos a ver cuanto tarefeó Geniolito”- y desde entonces todos lo llamaron de ese modo.
Su técnica de ejecución de violín, absolutamente autodidacta, es de una admirable perfección. La afinación de las cuatro cuerdas de nylon, (de guitarra y de hilos de pescar), es la siguiente: la superior grave es un Mi central, la segunda es un Si, la tercera un Fa # y la cuarta un Re. Esta particular afinación le permite ofrecer una variada gama de canciones, asemejando su estilo de ejecución del violín a los fraseos melódicos propios del acordeón. Es necesario destacar la exactitud de la afinación en la ejecución de los temas y el tempo personal que le imprime a cada interpretación. Conociendo algunas de sus creaciones propias afirmamos que estamos frente a un virtuoso músico popular, a quien le cabe una importante tarea en difundir el arte sonoro Mbya.
- "Mis hijas tocan la música Mbya de los niños. En una radio de Aristóbulo grabaron algunas canciones"- contesta cuando le preguntamos si toca música Mbya. Al pedido que toque alguna de las melodías del repertorio Mbya cambia la afinación de su violín y como es obvio utiliza únicamente tres cuerdas.
Poseedor de un carisma artístico que impacta, mezcla humor y música, en su intimidad despliega una inconmensurable sabiduría musical y sobre todos los aspectos de su cultura.Puede establecer diálogos en su propio dialecto, en español, en portugués y en guaraní paraguayo. Esto lo convierte en un inmejorable interlocutor de su etnia Mbya.Su técnica de ejecución de violín, absolutamente autodidacta, es de una admirable perfección.La afinación de las cuatro cuerdas de nylon, (de guitarra y de hilos de pescar), es la siguiente: la superior grave es un Mi central, la segunda es un Si, la tercera un Fa # y la cuarta un Re. Esta particular afinación le permite ofrecer una variada gama de canciones, asemejando su estilo de ejecución del violín a los fraseos melódicos propios del acordeón. Es necesario destacar la exactitud de la afinación en la ejecución de los temas y el tempo personal que le imprime a cada interpretación. Conociendo algunas de sus creaciones propias afirmamos que estamos frente a un virtuoso músico popular, a quien le cabe una importante tarea en difundir el arte sonoro Mbya.

1 comentario:

  1. Cuánto talento hay en Misiones, y cuán ciegos están/mos...
    Maldita costumbre ésta de homenajear a los muertos y no "verlos" en vida!!!
    Buenísima la nota Karoso, como siempre!
    Jenny Wasiuk

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